martes, 14 de julio de 2009

Biodiésel

En la actualidad el mundo atraviesa por una etapa difícil respecto a seguir utilizando combustibles fósiles, u optar por energías alternativas. El aprovechamiento de productos naturales o residuos vegetales para generar energía es cada vez más común, en especial cuando escuchamos que el planeta se contamina a causa de los gases que emiten los vehículos. Uno de esos combustibles biodegradables, renovables y que pueden ser producidos de manera doméstica es el biodiésel, el cual se fabrica de manera sencilla con aceites vegetales o a partir del reciclado de grasas de los restaurantes.



Puede funcionar en cualquier motor diesel, y se presume que duplica la vida útil de los vehículos. Se usa mezclado con gasoil fósil (obtenido del petróleo), aunque esta combinación sólo reduce en 31% la exhalación de compuestos tóxicos. De acuerdo con algunas empresas en Estados Unidos, Francia, Alemania, Brasil y Argentina, que ya usan biodiesel, al incorporarlo a un motor convencional se reducen las emisiones de monóxido de carbono, azufre, hidrocarburos aromáticos y partículas sólidas.


El biodiésel es un biocombustible sintético líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales, nuevos o usados, mediante procesos industriales de esterificación y transesterificación, y que se aplica en la preparación de sustitutos totales o parciales del petrodiesel o gasóleo obtenido del petróleo. Puede mezclarse con gasóleo procedente del refino de petróleo en diferentes cantidades. Se utilizan notaciones abreviadas según el porcentaje por volumen de biodiésel en la mezcla: B100 en caso de utilizar sólo biodiésel, u otras notaciones como B5, B15, B30 o B50, donde la numeración indica el porcentaje por volumen de biodiésel en la mezcla.

El aceite vegetal, cuyas propiedades para la impulsión de motores se conocen desde la invención del motor diesel gracias a los trabajos de Rudolf Diesel, ya se destinaba a la combustión en motores de ciclo diesel convencionales o adaptados. A principios del siglo XXI, en el contexto de búsqueda de nuevas fuentes de energía y la creciente preocupación por el calentamiento global del planeta, se impulsó su desarrollo para su utilización en automóviles como combustible alternativo a los derivados del petróleo.


MATERIAS PRIMAS

La fuente de aceite vegetal para generar Biodiesel, suele ser aceite de colza, ya que es una especie con alto contenido de aceite, que se adapta bien a los climas fríos. Sin embargo existen otras variedades con mayor rendimiento por hectárea, tales como la palma, la jatropha curcas etc. También se pueden utilizar aceites usados (por ejemplo, aceites de fritura), en cuyo caso la materia prima es muy barata y, además, se reciclan lo que en otro caso serían residuos.
Además, existen otras materias primas en las cuales se pueden extraer aceite para utilizarlas en el proceso de producción de Biodiésel. Las materias primas más utilizadas en la selva amazónica son la jatropha curcas (piñón en portugués), sacha inchi, el ricino (mamona en portugués) y la palma aceitera.

PROCESO DE FABRICACIÓN



ALMACENAMIENTO, MANIPULACIÓN Y DISTRIBUCIÓN

El biodiesel no es más peligroso en su manipulación y almacenaje que el petrodiesel. No se requieren particulares tanques o medidas de seguridad para su almacenamiento. El biodiesel tiene un punto de inflamación más alto que el petrodiesel.

Muestra de biodiésel

Los productores de biodiesel aconsejan almacenarlo por no más de 3 a 6 meses a menos que se utilicen aditivos para estabilizarlo. Esto es válido también para las mezclas. Una vida más prolongada puede lograrse con la adición de estabilizantes. El número de ácido del biodiesel y de sus mezclas puede elevarse si el combustible envejece, o si no fue producido en modo correcto. El incremento de este parámetro está asociado a la formación de depósitos y reduce la vida de la bomba y los filtros. El biodiesel podría solidificar a bajas temperaturas mucho más fácilmente que el petrodiesel, sin embargo las mezclas con menos del 20% mantienen en frío las mismas propiedades de fluidez que el diesel base, y por debajo del 5% prácticamente es igual al petrodiesel. El biodiésel puro y sus mezclas deben ser almacenados manteniendo una temperatura más alta de su punto de escurrimiento. Las mezclas de biodiesel no se separan en presencia de agua, no obstante es conveniente controlar durante el almacenamiento con adecuados sistemas separando y alejando el agua que pudiese haber.

El biodiesel es ligeramente más pesado que el petrodiesel (peso específico 0,88 comparado con 0,85 del petrodiesel) siendo el procedimiento para hacer las mezclas aquel de agregar el biodiesel al petrodiesel. Esto asegura un buen mezclado.


Toxicidad 

El impacto de este producto en la salud humana es un importante criterio para su empleo en aplicaciones comerciales. El efecto sobre la salud puede ser medido en términos de toxicidad del producto para el cuerpo humano así como el impacto sobre la salud de las emisiones de escape de los motores. Los laboratorios de investigación WIL conjuntamente con la Universidad de Idaho investigaron la toxicidad del B20 y del B100 en ratas. Las pruebas mostraron que el biodiesel es menos tóxico que el petrodiesel. la comunidad.



PAíSES QUE YA UTILIZAN EL BIODIESEL

La Comunidad europea produce y utiliza biodiesel desde hace varios años. El mayor productor mundial es Alemania y lo elabora a partir de aceite de colza. Es uno de los pocos países en que los usuarios lo pueden utilizar solo o mezclado en cualquier proporción con gasoil. En Estados Unidos también se producen cantidades importantes pero a partir de aceite de soja. En varios países asiáticos obtienen biodiesel para exportar. La mayoría de los países de Centro y Sudamérica están comenzando a reglamentar leyes de biocombustibles; algunos de ellos, más avanzados en el tema, como Brasil lo produce desde hace algún tiempo. En Paraguay también hay algunas plantas.

En Argentina se ha estado obteniendo biodiesel en pequeña y mediana escala desde hace algunos años, generalmente para autoconsumo. Actualmente, se pusieron en funcionamiento plantas de gran envergadura y hay anunciadas inversiones para este año, de aproximadamente 700 millones de dólares para construir plantas de producción de este biocombustible, mayoritariamente para exportación.



BIODIÉSEL EN MÉXICO



Los principales cuellos de botella para la introducción del biodiesel en México están en el sector agrícola. Por esta razón se tiene que establecer un amplio plan de apoyo a la agricultura para lograr el suministro nacional de los insumos. Los estímulos para una economía rural más dinámica deberían incluir los siguientes aspectos:

· Apoyar cultivos oleaginosos a pequeña escala, los cuales aumentan el valor añadido de la agricultura rural y contribuyen a la biodiversidad, debería iniciarse un plan de promoción específico (como ejemplo, el programa brasileño de biodiesel).

· Para algunos cultivos oleaginosos como la Jatropha es necesario un mejor conocimiento del cultivo. Asimismo necesitan más tiempo para su establecimiento. Los conocimientos resultantes de estas actividades de investigación tendrán que ser transferidos a la población rural a través de programas educacionales.

· La formación de cooperativas especializadas, que permitirían crear sinergias a través de una utilización conjunta de la maquinaria; debería fomentarse el acceso al financiamiento y a asistencia técnica.

· Agencias de financiamiento, como FIRA, podrían crear programas especiales para el biodiesel o su producción a tasas de interés preferenciales.

· Debería fomentarse la integración de la producción de semillas oleaginosas y prensado de semillas/refinado de aceites/producción de biodiesel (siendo económicamente viable) para crear una retención más fuerte de valor añadido en las áreas rurales.

La producción a gran escala de biodiesel en México requiere de un esfuerzo importante en investigación y desarrollo. Las actividades que deberían enfatizarse son, por ejemplo, el establecimiento de investigación agrícola para mejorar la productividad de cultivos energéticos, especialmente para ampliar las variedades de las diferentes especies, y el establecimiento de nuevos sistemas de cultivo. Igualmente debería existir una cooperación con las investigaciones de PEMEX sobre el conocimiento de las opciones de hidrogenación, en especial para el uso de aceite de palma. Otra medida necesaria sería la creación de centros de investigación y desarrollo regional sobre biodiesel/biocombustibles y aportar continuamente fondos. Las industrias privadas deberían ser bienvenidas a participar, pero los fondos básicos deberían ser aportados por el Gobierno para asegurar la disponibilidad de la información relevante de los interesados. Estos fondos de base podrían ser aportados a través de un módico impuesto estatal sobre los biocombustibles. En estos centros deberían llevarse a cabo programas de alcance institucional y de asistencia técnica y parte de este esfuerzo podría ser combinado con los centros existentes de investigación y tecnología agrícola operados por Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura en el Banco de México (FIRA).




FUENTES